2018, 10 años recorridos

La truficultura en Chile es muy reciente, la primera trufa fue cosechada el 2009 en una plantación de ensayo. Luego viene una infinidad de afectaciones al cultivo que hay que vivirla para construir las variantes del modelo chileno. Es así, que la truficultura que he observado y vivido, ratifica el hecho que las prácticas culturales en el cultivo de trufas son diversas. Así como son distintas entre regiones productivas en el mundo, también son distintas incluso dentro de un mismo país, como es el caso de Chile. En estos 10 años, he podido percatarme de diferentes tipos de gestión y de énfasis en truferas que aplican los truficultores en la zona centro norte, centro y del centro sur, y no menor, el trato de aquellas emplazadas en suelos de diferentes texturas.

En esta década, en transito todavía a una expectativa de producción generosa, iba orquestando una gestión apropiada para TerraTruf, en la medida que las apreciaciones tendían hacia condiciones favorables para la trufa negra. El tema era encontrar el “cómo hacerlo”, ya que las condiciones y factores productivos del cultivo de trufas son ampliamente conocidos.

Sin ser un experto en materias del cultivo, el estudio y la capacitación iban dando el material necesario para incursionar en labores más precisas y esperar lentamente las consecuencias. Ensayos múltiples simultáneos y resultados, ese fue el camino elegido, y en este caso, 10 años aún no eran suficientes para saber el grado de éxito que podría tener el proyecto.

¿Y cual era el contratiempo?. Más que dar una respuesta concreta, hay ciertas aproximaciones que pudieran responder esta interrogante:

1.- El proyecto y trufera eran una de las pioneras del país, había poca experiencia chilena.

2.- Había que domesticar un espacio agrícola rebelde y vigoroso.

3.- Ninguna trufera era productiva aún en el país.

En esta década bajo comentario, con el aprendizaje y las lecciones empíricas obtenidas, la domesticación de la trufera había avanzado bastante con intervenciones más oportunas y elementos adecuados, aportando sintonía al árbol huésped y suelo que lo circunda. Tomó tiempo, pero al terminar la década, empezaron a florecer incipientes resultados productivos.

Primera cosecha en 1 hectárea de junio 2018

Con “Harry”, un gran cazador de trufas (de Agrobiotruf). Pequeña cosecha en la mano.

TerraTruf