En junio del 2014, seis años después de establecer la plantación de encina española (Q. Ilex), se cosechó la primera trufa. Este es un hecho de especial significación para cualquier truficultor.
Después de años de incertidumbre y esperanza, la primera trufa da un respiro de alivio y satisfacción. Quienes de alguna manera estaban involucrados en este proyecto, se alegran por este único acontecimiento. Entre ellos, mis padres, esposa, mi prima Teresa y Agrobiotruf.
El 19 de junio del año 2014, fue Harry, este perro trufero extraordinario, quien encontró la buena nueva!!!!. La trufa, pegada a su árbol hospedero y en la profundidad de la tierra, emanaba su extraordinario aroma. Pequeña, pero grande en lo que representaba, esta trufa había sido la máxima expresión de satisfacción por lo realizado y estímulo para seguir. Este fue el primer logro de este cultivo en un ambiente nada de benevolente y bien mezquino, porque en más de 800 árboles mostraba solo una pequeña trufa para empezar.