La trufa tiene un ciclo biológico que describe el comportamiento del cultivo durante todo un año. Este ciclo, es particularmente extenso, ya que el fruto (el cuerpo fructífero del hongo) se desarrolla desde su nacimiento por unos 8 meses hasta alcanzar su tamaño y madurez.
Las condiciones edafoclimáticas y la agenda de labores marcan la diferencia en cuanto al inicio y término del ciclo. Así, en las truferas de más al norte las etapas se pueden adelantar, aunque la maduración estará dada más bien por la llegada de las bajas temperaturas.
¿Pero cuando nacen las trufas (primordios)? ¿Cómo se va expandiendo su tamaño?.
En el valle central de la región de Ñuble, donde está ubicada la trufera TerraTruf, en el mes de enero ya hay indicios de trufas en crecimiento, lo que implica que la primera formación de primordios (microscópicas trufas) comienzan a nacer en el mes de octubre y comienza un proceso de formación del de la trufa (carpóforos), aún en un estado minúsculo. Las trufas negras (Tuber melanosporum), en esta ubicación geográfica, nacen entonces entre octubre y diciembre, quizás también en enero. Luego, viene una segunda fase, donde el primordio empieza su crecimiento y conformación de su forma.
El desarrollo de las trufas bajo tierra tiene una importante evolución en su tamaño alrededor del tercer y cuarto mes, donde en unos 10 a 15 días, en condiciones propicias, pueden multiplicar por 10 o más su tamaño. Estas estimaciones se basan en información disponible sobre el cultivo y apreciaciones propias según observaciones realizadas en la trufera.
Las imágenes muestran distintas trufas en siguientes fechas: 4 de febrero, 11 de marzo y 29 de abril. El color rojizo es indicativo de la inmadurez de la trufa y hay un notorio cambio en la pigmentación a color negro en abril, que es más o menos un mes previo al inicio de cosechas de trufas negras de invierno.
El color exterior negro de la trufa (peridio), sin trazos rojizos, indica una trufa madura y su calidad final se mide por su aroma.
En la imagen de la izquierda de más abajo, se muestra el interior (gleba) de una trufa inmadura y a la derecha una trufa madura.