En Chile el cultivo de trufas era absolutamente nuevo, no habían experiencias ni donde observar truferas con resultados contundentes y que se pudiera constatar la gestión de una trufera adulta, solo habían resultados iniciales. Ante esta situación y la incertidumbre propia del cultivo, en el año 2011 realicé una gira técnica privada a España visitando el Centro de Investigación y Tecnología de Aragón, luego participé en un curso de truficultura en Huesca y visité el Centro de Investigación de Truficultura de Graus. Posteriormente en Francia, tomé parte de un curso especializado de truficultura en la «Station d’expérimentation sur la truffe, Lycée professionnel Agricole de Cahors», aprovechando también de visitar una importante empresa francesa comercializadora de trufas, la «Maison Pebeyre». Tuve la oportunidad de conversar con destacados profesionales, comercializadores y truficultores en ambos países.
Indudablemente que lo aprendido y observado fue el impulso necesario para readecuar la gestión en la trufera e implementar un itinerario cultural que se hiciera cargo de las incertidumbres y problemas encontrados hasta la fecha. Me permitió conocer la «cultura trufera», y participar en cosechas, observar la comercialización y probar diversas preparaciones en base a trufa. Las clases presenciales, conversación con especialistas y visitas a truferas sin lugar a dudas me proporcionaron una fuente importantísima de información sobre este novel cultivo en el país.
